Ricardo Majó

Ricardo Majó Puig (Sevilla, 13/Julio/1885-Madrid, 1960), abogado a los 19 años de edad y Doctor en Filosofía y Letras, será conocido principalmente por su faceta de dirigente del Partido Republicano Autonomista Andaluz (PRAA).
Pronuncia su primera conferencia en el Ateneo de Sevilla en 1907, con el título de Psicología de la muchedumbre, y escribió obras como Apologías hedonistas (1923), Descubrimiento del país de Utopía y Retorno (1924), o la novela ¡Esclavo!, que obtiene el primer premio en el concurso literario de la revista Blanco y Negro (1925). Colaboró con numerosas publicaciones periódicas, como Social de La Habana o El Liberal de Sevilla, propiedad de José Laguillo.
Con la llegada de la II República, recibe el encargo de Azaña de organizar Acción Republicana (AR) en Sevilla, de la que será su Presidente en la ciudad, aunque finalmente será expulsado, y en 1932 encabezará el Partido Republicano Autonomista Andaluz (PRAA), que en Octubre de ese año celebra un congreso con las “representaciones de sus grupos en toda Andalucía”, y que se convierte en la primera fuerza autonomista constituida al margen del círculo del andalucismo histórico (es decir, de Blas Infante, los Centros Andaluces y la Junta Liberalista).
Su sede, sede también de la Juventud Autonomista, será conocida como Centro Republicano Andaluz o Centro Andaluz, y será escenario de numerosas actividades, como la conferencia de José Andrés Vázquez en Octubre de 1932, o la de Luisa Garzón, del Grupo Feminista Liberalista (perteneciente a la Junta Liberalista de Andalucía), en Diciembre de 1933.
Majó también será miembro de la Federación Autonomista de Municipios Andaluces (FADMA), y entenderá, sobre todo durante el denominado "bienio negro", la necesidad de acercamiento entre todos los autonomistas, por lo que se convierte en pieza clave en la Asamblea de Córdoba de 1933, y en auténtico hombre de confianza de Blas Infante durante el proceso autonómico de la II República.
En los primeros días después del golpe de Estado de 1936, salvará su vida gracias a la intervención de su propio hijo, Enrique Majó Peñuelas, por entonces militante falangista, que será quien con las armas en la mano evite que sea capturado en su casa por un retén de falangistas que planeaban fusilarlo.
Pasada la guerra, se establece en Madrid para evitar problemas, y comienza a escribir en algunos medios de prensa bajo el pseudónimo de Framis, que acabará adoptando como segundo apellido, aunque nunca llegó a tener el carné oficial de la Asociación de la Prensa, puesto que se negaba al preceptivo trámite de la jura de los Principios Generales del Movimiento.

Fuentes:
-El Ideal Andaluz en la Segunda República. La Asamblea Regional Andaluza de 1933, Manuel Hijano del Río y Manuel Ruiz Romero, Fundación Blas Infante, Sevilla, 1995
-¡Andaluces levantaos! Primer texto político a favor del autogobierno de Andalucía, Manuel Hijano del Río y Manuel Ruiz Romero, Ayuntamiento de Écija, 1997
-Guía Histórica de la Sevilla Andalucista, Jesús Vergara, Atrapasueños, Sevilla, 2010

Imagen: Composición a partir del cartel soviético “La apuesta de los intervencionistas es ganar.